Uno puede saber qué tan mal va el sistema educativo simplemente mirando a los docentes o asesores de matemáticas. Si les haces un análisis y terminas descubriendo a creacionistas, homeópatas, antisemitas o antivacunas entre ellos, la cosa va muy mal. Aquí en este post narraré algo similar pero es sólo otro caso de fanatismo del montón… De nuevo, en la ya regularmente infame sección de opiniones del diario costarricense La Nación, con un artículo de Alejandro López, asesor de matemáticas…
«La educación verdadera se ha convertido en un ejercicio por medio del cual se comparte información. Una mejor sociedad será aquella que distribuya su conocimiento entre sus miembros, por lo cual la educación pública deberá acoplar su actividad al aula abierta, aquella no restringida por las paredes.
¿Acaso se observa que el sistema educativo haya generado ciudadanos de pensamiento crítico, capaces de pensar en los demás y no solo en sí mismos? En una sociedad posmoderna, donde toda una variedad de vicios morales corrompe la estabilidad social y el sentido de vida, el sistema educativo, además de formar para la sobrevivencia laboral, debe asegurar el bien común por encima del bien individual.
La educación posmoderna se ha fundamentado desde paradigmas que sobrevaloran la inteligencia por encima de cualquier otra cualidad humana. Existen personas inteligentes con una alta formación académica que no tienen empacho en dilapidar los dineros de un pueblo, con tal de brindarse a sí mismos muchísimos placeres y lujos.»
¿Qué bonito todo no? Lo que en ese párrafo aparenta ser una crítica constructiva al sistema educativo, es en realidad un culto al pasado. Pero es un culto al pasado que se pega un tiro a la culata, es decir, la razón por la que el sistema educativo no ha generado a muchos ciudadanos con pensamiento crítica (Que no le conviene mucho a las religiones actuales) es por el hecho de que el sistema educativo está estancado con viejas y limitadas herramientas y métodos de enseñanza, tal como se aclara en este artículo.
Segundo, el actual sistema no sobrevalora la inteligencia en un todo, sobrevalora la capacidad de memorización y de mecanización.
«La educación posmoderna magnifica la competencia y el individualismo. El propósito del estudiante no es aprender, sino aprobar los muchos cursos que pueblan su plan de estudios, con el fin único de obtener un certificado académico que en poco le ayudará cuando los sistemas de selección de personal determinen que no cuenta con el perfil mínimo que necesita la industria.»
Y esto último es cierto, pero dudo mucho que sea algo malvadamente posmoderno cuando lleva un siglo sin cambiar. Pero de nuevo, es culto al pasado.
!Existe todo un modelamiento social, a través de la música, el cine, las series televisivas y la publicidad, que implanta ideas falsas en la población de forma que se valore más el bien personal que el comunitario.
No son estas las ideas de la Ley Fundamental de Educación, por la cual el ciudadano que el Estado pretendía formar sería un patriota, un ser responsable de sus propios actos, así como alguien que se solidarizara con el dolor humano.»
Precisamente, el patriotismo es lo que implantan todos los ejércitos de todas las naciones para convencer a sus soldados de que deben matar al enemigo sin remordimiento. Como diría Luis Buñuel, «Dios y Patria son un equipo imbatible, rompen todos los récords de la opresión y derramamiento de sangre.»
«Las tradiciones cristianas enunciadas por el artículo tercero de la ley quedan en el olvido ante el empuje del adoctrinamiento ideológico sutil impuesto por la educación posmoderna y los medios de comunicación de masas.
¿Quién se preocupa por el pobre, por el enfermo, por el huérfano o el anciano? Si la realidad se restringe al presente y no existe sentido de trascendencia que brinde significado a la vida humana como algo creado con un propósito, entonces la educación posmoderna moldeará una sociedad en la cual todo será trivialidad, la vida será el ahora y todo redundará en la acumulación de dinero y de aquellos efervescentes placeres que inundan las ciudades con los cadáveres de la droga.»
Y de nuevo, otra «teoría» conspirativa de la malvada manipulación de medios de entidades malvadas. Y las víctimas, las tradiciones «cristianas» sin las cuáles Alejandro López cree que el mundo se vendrá abajo. ¿Es cierto? Bueno, lo del individualismo viene de serie, no es algo inventado por gente de hoy en día, de hecho, un estudio publicado en la revista Current Biology demuestra: parece ser que los niños no religiosos muestran una mayor tendencia a ser altruistas que los que viven en hogares donde sí se practica y se vive la religión. Además, los niños que viven en entornos religiosos mostraron una mayor tendencia a juzgar y castigar más duramente las malas conductas de los demás.
Un grupo de investigadores, liderado por Jean Decety, profesor de psicología y psiquiatría de la Universidad de Chicago, ha llevado a cabo un experimento con 1.170 niños de entre cinco y 12 años procedentes de Estados Unidos, Canadá, Jordania, Turquía, Sudáfrica y China y la mayoría de ellas procedían de hogares que se identificaban como cristianos, musulmanes o no religiosos, aunque también había pequeños porcentajes de hogares que se identificaban como judíos, budistas, hindúes o agnósticos.
Los 15 primeros países en la lista de homicidios intencionados (sin contar guerras) son de mayoría cristiana (y no solo en latinoamérica), en cambio de los 16 últimos la mitad son musulmanes.
http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_countries_by_intentional_homicide_rate
La tan civilizada Finlandia tiene una tasa más de 6 veces superior a Marruecos, sin embargo todo el mundo piensa que Marruecos es mucho más peligroso, porque es un país pobre lleno de moros que son musulmanes.
Un estudio estadístico que ha tomado datos del Índice de Paz Global 2009, ha concluido que cuánto menos religiosa es una nación más tendencia pacífica muestra.
¿Entonces? Pues pasa que muchas veces, el sentido de trascendencia te lleva a creer que, si mueres como mártir, irás al cielo con setenta y dos mujeres vírgenes sólo para tí. Entonces, te afilias a una organización terrorista y te inmolas en nombre de tu fe. Eso no es ético, se le vea por cualquier parte, pero no deja de ser un culto al pasado donde la educación era cosa sólo de las clases privilegiadas, y más antes, de monjes. Es una lástima, y ante esto la respuesta es mejorar la educación.
Ateísmo Universal 